Six N. Five

Ezequiel Pini e Isern Serra

MATERIALIDAD
Y
ABSTRACCIÓN

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  • Art direction by Isern Serra and Openhouse Studio

    Art direction assistance by Aasheen Mittal @aasheenm

    Photographed by Martina Matencio martinamatencio.com

    Photography assistance by Xavi Garcia xavigarcia.work

    Styling by Jaume Vidiella jaumevidiella.com

    Styling assistance by Laia Tornil @lalabananaltg

    Production by Lucía Palazzi @luciapalazziandreu

    Model Shannon Cheung from Fifth Avenue Models 5thmodels.com

    Make up & Hair by Bárbara Mattel deKasteel Artist Management @barbaramattel @kasteelartistmanagement.com

    Six N. Five sixnfive.com

Para los nacidos en los años 80 y 90 (entre los que me encuentro), hay imágenes que marcaron en la niñez la idea de lo que serían las primeras décadas del siglo XXI. Películas como Regreso al Futuro y Blade Runner nos invitaron a soñar con nuestro presente, entonces un futuro que se percibía como muy lejano, cuando la era de los ordenadores domésticos y los móviles estaba en una fase inicial. Desconozco si la realidad ha superado la ficción, pero sí me atrevería a decir que quizá uno de los factores del éxito de Ezequiel Pini, sea el hecho de haber crecido digitalmente al mismo tiempo que lo hacía la tecnología. Su proyecto, Six N. Five, es una plataforma creativa que diseña mundos virtuales en los que retuerce el imaginario construido socialmente hasta crear un lugar nuevo que parte de la realidad humana, pero que intenta ir mucho más allá de esta.

Para Ezequiel, el 3D es una herramienta creativa y él un artista digital. “Siempre tuve interés por la parte artística y creativa, pero también tengo una parte tecnológica muy fuerte. En la escuela secundaria, en Argentina, elegí la especialidad de informática. Después entre las carreras universitarias disponibles, escogí estudiar diseño gráfico y, mientras, fui explorando distintos ámbitos como la programación web, la animación y el diseño por código. Hasta que en un momento encontré que utilizando el 3D como herramienta tenía más libertad para representar mis ideas de una manera realista”. Six N. Five comenzó en 2014, y unos años más tarde, justo después de mudarse a Barcelona, Ezequiel empezó a explorar su propio estilo, experimentando con paisajes y objetos con el 3D como punto de partida, hasta diseñar realidades no representativas ni descriptivas sino propias.

Cuando hubo de plantear el proyecto en términos formales a partir de un espacio físico, Ezequiel contactó con Isern Serra para diseñarlo. Este último llevaba un tiempo, al principio junto a Toni Arola y después en su propio estudio, dando respuesta a necesidades de una nada desdeñable cartera de clientes, cuando el diseño de su propia casa dió un giro a su carrera: “Cuando comienzas es más complejo mostrar lo que te gusta porque estás sujeto a lo que te piden. El proyecto de mi casa tuvo bastante repercusión, supuso un gran cambio en el estudio y así fue, también, como me conoció Ezequiel”.

El diálogo entre los dos a la hora de crear las oficinas de Six N. Five fue constante. Eso sí, con las fricciones propias entre la construcción digital y la real, lo que llevó a ambos a auto-cuestionar su modo de trabajo: “Ezequiel compone los espacios digitales como si fueran obras estáticas. No lo percibe tanto como un espacio real. Pero, en cambio, estéticamente estamos muy sincronizados porque nuestras referencias son muy parecidas. Tuve mucha libertad”. Para Ezequiel, el hecho de no poder visualizarlo digitalmente, supuso un pequeño desafío: “En un momento dado, yo necesitaba ver render porque todo mi proceso creativo es muy visual e instantáneo. Necesito verlo”.

Ezequiel compone los espacios digitales como si fueran obras estáticas. No lo percibe tanto como un espacio real. Pero, en cambio, estéticamente estamos muy sincronizados porque nuestras referencias son muy parecidas. Tuve mucha libertad.
— ISERN SERRA

El resultado es fiel reflejo de las dos personalidades y representa un nuevo paradigma en el que lo digital ha pasado a influir en el trazo estilístico de los espacios físicos que habitamos. “Me gustaba la idea de un lugar de trabajo que fuese un poco casa también. Que fuera muy cálido porque al final pasamos muchísimas horas acá”, explica Ezequiel. La mesa, el sofá y la apertura de muros hacia la terraza son elementos que aparentemente no responden a los de una oficina.“La mesa es mínima, pero no es minimal, porque la desarrollamos desde la arquitectura. Tiene un peso y un valor, pero no contiene mucho detalle. Es casi brutal”, resume Isern, quien continúa reflexionando: “Con el tiempo, el diseño fue adoptando las actitudes y las maneras de trabajar de Ezequiel”. La fisionomía de Six N. Five responde a una serie de valores donde los elementos estáticos del interiorismo ayudan a que el proyecto se mantenga alejado de cierta tendencia de crecimiento que Ezequiel no percibe como algo necesariamente bueno. “La mesa principal de trabajo, si bien es grande, quería que tenga una cantidad muy limitada de posibles puestos de trabajo. Al ser estática y de concreto me obligaría a no seguir la tendencia de expansión, y de esta manera tener que tomar proyectos que quizás no quiera para mantener una estructura más grande. Expandirse supondría transformarse en un estudio de los clásicos, una máquina de hacer proyectos comisionados, y yo nunca me vi ahí. Me gusta más la idea de pequeño taller de arte, donde cada pieza se hace a medida”.

Abierto al público gracias a la incorporación de Three Marks Coffee, una tienda/cafetería que invita a refugiarse del ruido exterior y sentarse a degustar un buen café, la ‘casa’ de Six N. Five es fruto de un diálogo entre la materialidad y la abstracción. La interpretación empírica de un diseñador de interiores, Isern Serra, de un mundo creado por un artista digital, Ezequiel Pini, que no puede tocarse pero puede sentirse.