Desafiado los límites de lo establecido

Desafiado los límites de lo establecido

SOLO
OFFICE

  • Reportaje sobre Solo Office, como parte del proyecto Solo Houses.

  • Openhouse Magazine
    Issue Nº8

  • Fotografiado por Mari Luz Vidal
    mariluzvidal.com

    Solo Office
    solo-houses.com/house/solo-office-kgdvs/

Las ideas son aquello intangible que desde el origen de los tiempos nos ha llevado a diseñar ciudades y establecer formas de vida. Son el primero y más obvio acto del entendimiento humano. No conocen límites y aquellos que en ocasiones creemos tener, son generalmente artificios instaurados por nosotros mismos, solo que fue hace tanto tiempo que nuestra mente lo ha olvidado. El arte trata de representar esa ruptura con lo establecido, despojarse de todo lo aprehendido y reinterpretar aquello que el resto vemos como natural e inamovible creando obras que nos hagan ver que otros mundos son posibles.

La arquitectura es uno de los ejes fundamentales de la construcción de la sociedad, que influye y cuestiona aquello que nos rodea. Las Solo Houses son uno de esos proyectos que desafía el criterio acordado socialmente. Con la intención de reinterpretar un estilo de vida, Christian Bourdais y Eva Albarrán, ponen la arquitectura al servicio de la naturaleza y acercan dicho binomio a quienes quieran no sólo contemplar la obra, sino formar parte de ella. Cuando concluya la construcción del proyecto en su totalidad, Solo Houses pretende ser una suerte de galería situada en medio del bosque con obras a tamaño real firmadas por los grandes nombres de la joven arquitectura contemporánea. Un catálogo de casas acordes a nuestro tiempo, en las que entregarse a la certeza de vivir una experiencia extraordinaria. Nada de ver fotos, planos o maquetas; los amantes del arte pueden tocar, oler y habitar las obras.

En busca de nuevas sensaciones, emprendo el viaje a Solo Office junto al equipo de Openhouse. Es la segunda creación del proyecto Solo Houses, que comenzase con una construcción diseñada por Pezo Von Ellrichshausen y que continúa el estudio belga Office Kersten Geers David Van Severen. Son poco más de las diez de la noche del último viernes de verano y nuestro coche se adentra en un camino rodeado de árboles tras lo que se adivina el Sistema Ibérico. Los relámpagos vienen y van anunciando una tormenta que no acaba de llegar. Tras un par de curvas más, una pista de piedras nos lleva no sólo a una casa, sino a un estado mental; a una especie de realidad paralela. Es como si hubiéramos traspasado una puerta espacio-temporal en la que tanto las partes como el todo nos llevan a fundirnos con el entorno, a fundirnos en su nuevo tempo.

No vivimos en el bosque, convivimos con él. Así, Solo Office alcanza hasta donde lo hace nuestra mirada, ya sea mientras cocinamos, entre las sábanas de la cama o desde la bañera del dormitorio principal.

Para llevar a cabo la obra, el estudio Office KGDVS dejó atrás toda convención social y se dio por completo a la creación artística. En forma de círculo, sobre una superficie total de 1600 m2, Solo Office incluye un patio de 1050 m2 con una piscina en el centro. La construcción reta los límites físicos y al mismo tiempo cuestiona la definición de casa en un ejercicio de estilo que supone una reinvención de los espacios liderada por los módulos móviles del artista Pieter Vermeersch. Éstos abren y cierran a su antojo los tres juegos de salón, dormitorio principal y dormitorio de invitados que, despojados de esta especie de armazón en la parte exterior de la circunferencia, rompen la frontera entre naturaleza e intervención humana.

No vivimos en el bosque, convivimos con él. Así, Solo Office alcanza hasta donde lo hace nuestra mirada, ya sea mientras cocinamos, entre las sábanas de la cama o desde la bañera del dormitorio principal. Entregada a las rocosas montañas del Parque Natural de Els Ports, en el horizonte, los rayos del sol entran y salen por cada uno de sus rincones reivindicando la propiedad de una obra hecha para su elogio. La superficie acristalada del interior de la circunferencia difumina de nuevo la frontera entre el interior y el exterior. Ésta permite el paso de la luz en forma de un sinfín de tonalidades, aupada por las cortinas de micro-rayas, las cabinas de baño plateadas, los muebles de la cocina y las puertas-espejo de acceso a las tres estancias. Las lámparas híbridas del artista Richard Venlet o la línea de muebles de los diseñadores Muller Van Severen, completan un lujo austero en el que nada interfiere a una desnudez ávida por mostrarse con orgullo al mundo. Con tan sólo los elementos básicos de una casa —ni uno más—, su principal ornamento es el entorno, ante cuya magnificencia caemos rendidos.