STUDIO FENICE
  • Conceptualización y desarrollo de la idea tras el evento Días de Verano, el primer encuentro de Studio Fenice con varios de los diseñadores que representa y otros perfiles interesantes procedentes de la arquitectura, el diseño y el arte, sugeridos por Openhouse Studio.

    En colaboración con Azamit, creamos el guión y las ideas en las que se vertebraron los dos paneles que moderamos conjuntamente.

    Finalmente, escribí la crónica para la revista Openhouse.

  • Fotos de Victor Stonem
    victorstonem.com

    Studio Fenice
    studiofenice.net

  • Openhouse magazine website.
    En la redes sociales de Openhouse studio y Studio Fenice.

Cuando el equipo de Studio Fenice y Openhouse Studio decidieron los dos ejes temáticos de Días de Verano, el primer evento de la plataforma de diseño online creada por Christian Maroselli, no sabíamos el peso que tendrían estos en todo lo que se iba a llevar a cabo entre el 18 y 21 de junio de 2021 en Todos Santos, Baja California Sur, México.

En el mundo hiperconectado y globalizado de hoy, en el sistema abrumador en el que vivimos, con la velocidad insoportable con la que pasamos de una cosa a otra y la sensación desesperante de llegar tarde a todo, fue un gran privilegio suspender el tiempo para Tres días para convivir, conocer a treinta personas del ámbito del arte, el diseño y la arquitectura, y reflexionar junto a ellos.

Christian Maroselli, fundador de Studio Fenice, tuvo claro desde el principio lo que buscaba. No quería que el evento que estaba organizando fuera percibido como corporativo. Sabía que si disponía correctamente los recursos a su alcance, la reunión sería un éxito.

Las diferentes actividades del programa de Días de Verano se estructuraron en torno a dos temas principales: Viajes y Personalidad. Ambos estuvieron presentes a lo largo de los tres días, desde la cena de bienvenida en DUM, hasta el viaje en barco por el Golfo de California, e incluso en las conversaciones grupales donde reflexionamos sobre estas dos ideas desde la perspectiva de creadores, arquitectos, diseñadores, curadores y fotógrafos.

El primero de estos encuentros de reflexión conjunta giró en torno a los viajes como poderosa arma de crecimiento personal y profesional. Inspirándonos en la obra escrita de Giulia Bruno, Atlas de Emotion: Journeys in Art, Architecture, and Film, la palabra clave con la que iniciamos el diálogo fue emoción, dada su raíz compartida con la palabra movimiento. La emoción no es un espacio psicológico personal personalizado, sino una forma de entender el movimiento de las pasiones y los deseos. Es un viaje que muchas veces sirve como punto de inflexión para la creación del propio camino, un cambio de dirección.

El movimiento es concebido como dos capas paralelas: lo que se mueve en el pensamiento debe moverse en los cuerpos. Los viajes imaginarios son una parte más de esta extensión de viajar desde lo geográfico a la mente, a través de disciplinas como el diseño o la arquitectura. El viaje nos cambia, lo queramos o no. Ese camino de alguna manera nos elige, y al mismo tiempo nos atrevemos a seguir nuestro instinto, a descubrir adónde nos lleva.

En el segundo encuentro de reflexión conjunta quisimos ir más allá y profundizar no sólo en el viaje sino en el camino que nos lleva a definir nuestra identidad como personas y como diseñadores. La personalidad que consciente e inconscientemente se imprime en una obra de arte, no sólo se origina en la mente del diseñador sino también de su relación con la sociedad en la que vive, así como de su relación con la tradición, el desarrollo de un oficio y los artesanos expertos en el manejo del material.

Es el resultado de reconocernos como el organismo multidimensional interconectado que somos. Ahora que tenemos acceso a recursos en todo el mundo, centramos nuestros esfuerzos en aquello que nos identifica, en aquello que cuenta una historia. Conocer a la persona que hay detrás de las manos que elaboran las piezas, la tradición que hay detrás de cada técnica, así como transmitir este conocimiento de generación en generación, son aspectos clave que convierten cada pieza en algo significativo.

Studio Fenice nació en 2021 como una nueva forma de pensar, de buscar y de celebrar la audacia en el diseño. Un espacio virtual que promueve el trabajo de diseñadores que expresan una personalidad única en su oficio. Artistas que cuestionan y transforman nuestra percepción yendo más allá de los principios del diseño.

A través de dicho recorrido, que configura el particular atlas de emociones de Studio Fenice, este espacio adquiere un carácter propio. En palabras del filósofo y pensador Frantz Fanon, “En el mundo por el que viajo, me estoy creando a mí mismo sin cesar”.